Diez años gobernando por televisión

Décimo aniversario del programa Aló presidente! 

Caracas.-- Como la publicidad es algo innato del sistema capitalista, el show dominical más famoso de Venezuela sólo emite propaganda de su estrella televisiva y de sus planes de Gobierno. Con 330 programas en su espalda, Hugo Chávez celebró este fin de semana el décimo aniversario de su espacio Aló Presidente, que empezó a transmitir desde un cuartito de Radio Nacional (RNV) y, a día de hoy, es una de las producciones televisivas más caras del continente, con satélite propio incluido.
Hugo Chávez protagonizó hace diez años su primer programa de radio; "De frente con el presidente", que duró una hora y quería mostrar a un líder revolucionario en sintonía con su pueblo. Con el paso del tiempo, elprograma se sofisticó, engrosó su presupuesto y su horario. Ha batido récords de hasta ocho horas de transmisión continua, durante las cuales Chávez tiene tiempo para hablar de todo: deportes, música, política, historia, geografía, economía, literatura y, hasta gastronomía.
En sus primeros cuatro años, trató más de 500 temas de interés nacional e hizo 800 anuncios con impactos en medios de comunicación de todo el mundo, según datos del ministerio de Información (Minci).Cuenta chistes, entona boleros, recita poemas, regaña a sus ministros y trata de hablar inglés. Quiere ser ameno, dogmático, jocoso, romántico, manipulador y, a veces, sentimental.
Desde la pequeña pantalla, Chávez trata de gobernar con alma de comediante y corazón de estadista. A finales de 2002, propició un paro empresarial de dos meses, cuando con un silbato en la mano despidió a toda la directiva del gigante estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA): "¡Gracias a todos por participar! Pero están ustedes despedidos", dijo al tiempo que emitía unos pitidos, a modo de árbitro, y enumeraba los nombres de los antiguos responsables de la empresa petrolera.
Este 'presidente predicador', como le definió el experto en ciencias de la información, Antonio Pasquali, ha emitido su Aló Presidente desde inaccesibles rincones del país, como la Gran Sabana o el Salto del Ángel. También desde las planicies de Bolivia, la selva de Guatemala, República Dominicana, Brasil o Cuba, donde presentó varios programas junto a su padre político, Fidel Castro.
Entre sorbo y sorbo de café, Chávez ha protagonizado anécdotas kafkianas: guardó un minuto de silencio por la muerte del guerrillero de las FARC, Raúl Reyes, y el día de los enamorados le prometió a su ex mujer que cuando terminara su locución "iba a darle lo suyo".
La logística y producción de Aló Presidente son faraónicas. No se escatiman gastos. Cámaras, focos, pantallas de iluminación, reflectores, parasoles, y, sobre todo, mucha, mucha seguridad. El año pasado, el ministerio de Comunicación planificó 52 programas de Aló Presidente, que según los últimos presupuestos, tuvieron un coste 7,8 millones de bolívares (2,8 millones de euros). Casi 55.000 euros por programa. La duración de cada programa, de entre cinco y siete horas, ha causado hasta problemas laborales.
El 27 de julio de 2008, durante su programa dominical, Chávez amonestó al equipo de técnicos y camarógrafos que trabajaban en su plató itinerante, y les llamó "vagabundos" y "degenerados" por querer cobrar las horas extra a precio de oro. "Los que se alegran que este programa sea tan largo son los camarógrafos, porque cobran por hora extra una cosa perversa; tienen un vicio heredado de la IV República (antes de Chávez)... El canal 8 (la estatal, VTV) se ha hecho prácticamente insostenible por los costos", dijo este presidente, que impulsa un ecléctico socialismo del siglo XXI.
Chávez continuó con su exposición y les dijo que "un buen revolucionario" debería estar dispuesto a hacer "trabajos comunitarios" los domingos. O trabajar gratis. Días después, Chávez pidió perdón a su equipo por haberse extralimitado. Pero cambió al personal de producción y traspasó la realización de Aló Presidente a otra televisora pública (Vive TV), que lo hace por menos dinero.
Este programa, que ha roto los paradigmas de la comunicación presidencial, es una mezcla de consejo de ministros y show televisivo, que ven periodistas, cercanos colaboradores y algunos detractores con ganas de empezar con mal humor la semana. Todos los lunes, los medios de comunicación recogen las últimas anécdotas, los chistes y los planes de desarrollo social que Chávez presenta en su programa, pero ninguno explica cómo hace para hablar horas y horas sin tener que ir al cuarto de baño. Cuestión de disciplina.

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