El 'señor del arroz' pierde todo por un fallo a favor de los indios

Paulo César Quarteiro en su fábrica en Boa Vista / JL
(Una versión de este texto fue publicado el 30/04/2009 en el diario El Mundo)

PACARAIMA, BRASIL.--- Fue la batalla de David contra Goliat. Cientos de poderosos hacendados contra 18.000 miembros de las etnias Macuxí, Taurepang, Wapixana, Ingarikó y Patamona. La guerra se dirimió en los tribunales brasileños.El veredicto: 350 fazendeiros tienen que abandonar hoy sus explotaciones agrícolas de la reserva indígena de Raposa Serra do Sol, una área de 1,7 millones de hectáreas, que supone el 7,7% del estado de Roraima.

Paulo César Quarteiro, conocido como el Señor del arroz, migró al norte de Brasil hace 32 años, donde adquirió dos haciendas que suman 14.400 hectáreas, y se convirtió en el gran productor de arroz de la zona. En 2004 ganó la Alcaldía de Paracaima, un municipio de 9.000 habitantes. Fue cesado por supuesta compra de votos, pero su caso fue archivado por falta de evidencias y el año pasado pudo finalizar su mandato.

Quarteiro fue detenido durante nueve días en Brasilia en mayo de 2008, cuando hombres armados abatieron a 10 indios que intentaban invadir su finca.Las asociaciones de defensa del indígena denuncian que este hacendado de 53 años utiliza métodos semiesclavistas para labrar sus tierras.La mayoría de blancos, que supone el 20% de la población, le defiende: opina que es un hombre trabajador y honrado. El gran mecenas del pobre y deshabitado estado de Roraima.

Quartiero habla junto a las máquinas cosechadoras y recolectoras que hasta hace pocos días cultivaban su arroz. Con el temor de cerrar su planta de Boa Vista, este querido y odiado terrateniente sostiene que «el Gobierno de Lula da Silva utiliza métodos de un Estado terrorista» para desalojar a los arroceros de sus tierras.El año pasado, en un intento por hacer cumplir una orden del Ministerio de Justicia, fueron enviados a la región cerca de 150 policías, que encontraron una fuerte resistencia por grupos armados por los arroceros. Diez indios fallecieron y otras 20 personas resultaron heridas.

«Somos los grandes impulsores de la actividad económica del estado de Roraima, aportando el 10% de su Producto Interior Bruto (PIB).Sin los cultivos de arroz, el Gobierno está condenado a esta zona a la pobreza y a la miseria», señala. «Es muy triste ver cómo un país renuncia a su soberanía alimentaria y territorial por presiones internacionales». 

Aunque suene a tópico, Quarteiro estima que detrás de esta resolución del Tribunal Supremo de Brasil están las grandes potencias occidentales, que quieren crear un protectorado especial en la Amazonia para explotar sus reservas de agua dulce y recursos minerales. «Hoy somos los arroceros, mañana expulsarán a todos los blancos del municipio de Pacaraima», preconiza.

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